El 8 de octubre, en Buenos Aires, fue realizado un conversatorio internacional, muy interesante, sobre la temática: “Mujer y migración”. Para mí este tema es muy importante desde dos enfoques: historia de nuestro país y la explotación de los más vulnerables.

La Argentina, en toda su historia, tiene una reputación muy buena y abierta sobre las relaciones con migrantes. Podemos recordar varias olas de migración a nuestro país a partir del año 1880. Emigraron desde varios países europeos y otros. Nuestros próceres estaban de acuerdo por la gran cantidad de migrantes europeos al país, porque estos últimos tenían buena educación y calificaban en varias profesiones. Los argentinos tomaron y refugiaron desde varios países, por ejemplo, después de la segunda guerra mundial y otros conflictos. Hoy Argentina está recibiendo muchos refugiados, por ejemplo, los desgraciados ucranianos, que sufrieron el ataque militar a su país por el gobierno autoritario de Vladimir Putin. Por su política migratoria nuestro país es llamado:

“Un crisol de razas”.

El conversatorio fue organizado por la Fundación para la Integración Cultural de Migrantes y Refugiados en Argentina (FICU) y ACNUR. Participaron varias personas, entre ellos escritoras y directoras del teatro. Realmente fue muy interesante todas las opiniones de las personas sobre la situación de migración en el país.

Algunas mujeres enfrentaron problemas de documentación, problemas con la búsqueda de “trabajo en blanco”, discriminación por ser migrante que “roba nuestros lugares de trabajo”, chantaje sexual para tener un laburo, etc. Algunas, como Jennifer Gásperi, dice que “fue afortunada”, otras tratan de explicar sus sentimientos, malos y buenos, a través de la poesía, como Eleonora Requena. Y yo me dediqué más a las ventajas y desventajas sobre el tema y su peligro.

Muy pocas personas hacen reflexiones sobre “cómo es salir de su casa para viajar a otro lugar”, que se relaciona con la pérdida de sus amigos, sus compañeros, sus familias, sus cosas (por ejemplo, Stephany contaba que de toda su biblioteca podría llevar solo tres libros. Yo perdí todas las cosas, hasta fotos de mi niñez, desde libros, ropa, etc). También deberemos tomar en cuenta que la diferencia de mentalidades también afecta. Los migrantes son más vulnerables por los temas: leyes, idiomas, documentos, costumbres, ayuda de alguien y, lo más importante, ellos son parte del grupo de riesgo de ser víctimas de trata.

Mi experiencia muestra que las chicas y mujeres migrantes son más vulnerables en el sentido de ser engañadas por los traficantes, porque no tienen conocimiento de realidad del país a donde van. Por ejemplo, la guerra entre Rusia y Ucrania, varias mujeres ucranianas salieron con sus niños del país para buscar un lugar seguro, donde ninguna bomba rusa caiga en el techo de su casa. Y casi inmediatamente aparece una alerta europea contra la explotación de refugiados ucranianos. Siempre estoy aclarando sobre el peligro del viaje a otro país si no están bien preparados, también si sos joven y recibiste una oferta laboral por redes sociales. Siempre necesitan chequear cualquier oferta si hay ofrecimiento de viaje con la promesa de mucha plata.

Este conversatorio fue enriquecedor por las experiencias y contactos. Ojalá que esta iniciativa tenga un muy buen futuro.