¿Quién de nosotros no sabe leer o ya no recuerda cómo es? Si lo olvida, la Feria Internacional del Libro nos recuerda anualmente como es.
Como en los dos últimos años, asistí a este evento internacional. La Feria se llevó a cabo en el predio de la Sociedad Rural de Buenos Aires en Argentina. Como siempre participaron miembros de varios países: Estados Unidos, Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil, Italia, Israel, Armenia, Japón, Ucrania y muchos otros. Durante 19 días los representantes de varios países, varios editoriales y organizaciones hacen un intercambio cultural.
En mi opinión, esta feria es un cruce entre una exposición de libros global, las actividades diplomáticas y un congreso educativo intercultural. Por allí puedes encontrar a los embajadores, políticos, escritores, empresarios, figuras culturales, bandas musicales, cantantes, figuras públicas, etc.
En este año (como en el pasado) el invitado especial fue el famoso escritor y político y una figura icónica para los liberales, Mario Vargas Llosa. A pesar de todo, el tema principal de la Feria Internacional del Libro es el Libro.
¿Qué cosas interesantes han ocurrido en este año en comparación con los anteriores?
Los representantes de Estados Unidos por fin se han dado cuenta que dar charlas en inglés en un país de habla española, y donde la mitad de la población no se fía de los Estados Unidos, es una locura y comenzaron a modificarlo. En este año la mayoría de las charlas fueron en español. Los estadounidenses alquilaron un stand de tamaño grande y lo pintaron con el estilo «Hollywood».
El Stand de Rusia finalmente desapareció. Si bajo del régimen de Kirchner habían comprado grandes stands, ya no estaba allí desde el año pasado. Sin embargo, Ucrania tuvo su stand en la Feria.
Israel era fiel a sí mismo: su stand tenía literatura infantil y nada más que literatura infantil.
Armenia tenía un stand pequeño y modesto. Como siempre, casi no se venden los libros, solo souvenirs y algo similar.
En este año fueron representantes de Japón. En tiempos pasados, yo no los vi, aunque tal vez ellos también estuvieran presentes; el evento actual se organizó mucho mejor que el anterior y todos fueron visibles.
Italia, como siempre, presente. En general, en Argentina si es posible así decirlo «hay mucho de Italia» cultural y étnicamente.
Chile ha hecho un stand bastante grande en su estilo conservador y un poco incoloro: con poco de nacional (Chile guarda su nacionalismo para el consumo interno) y mucho de lo «comúnmente aceptado».
En contrario de Chile, Brasil trató de jugar en su nacionalidad. Salió algo ecléctico.
Pero la salsa de la Feria fue fiesta de Día del Paraguay (Domingo 7 de Mayo). Además de la exposición de los libros, le dio varias actividades para los miembros de la diáspora y otros que simplemente deseen unirse a la cultura paraguaya. Como soy amante desde hace mucho tiempo de este país, por supuesto, participé.
Fue muy lindo intercambio cultural. Participaron varias personas públicas de cultura paraguaya, que dieron charlas. Además el show del grupo de danzas paraguayas de nenas fue precioso. El ambiente fue muy agradable y distendido. Muchos argentinos y personas de otros países se han sumado para cantar y bailar.
Compré algunos libros muy valiosos sobre la historia y la diplomacia de Paraguay; y finalmente, como un bono para el evento llegó al Embajador de Paraguay en Argentina, Federico González.
La importancia de la relación entre Argentina y Paraguay se remonta a los tiempos del presidente Juan Perón hasta Mauricio Macri, que 4 de mayo 2017 al firmar el acuerdo sobre Yacyretá decir:
Estamos dejando atrás 30 años de incapacidad para entendernos; un conflicto que no sumó nada
afirmó el Presidente durante un acto con su par Horacio Cartes.
En el futuro, me gustaría ver a más países de la región: por ejemplo, colombianos y peruanos podría encajar perfectamente con su literatura. Yo también estaría contenta de ver los estados de la isla del Caribe: en Argentina existen las diásporas dominicana y haitiana, pero las embajadas no son particularmente activas. Stand con los libros sobre la historia y la literatura de Haití sería un verdadero hallazgo. También, por supuesto, me gustaría ver más países de Europa; seguro que Polonia tiene algo para ofrecer a la Feria, la Embajada de Polonia tampoco es lo suficientemente activa, si lo fue cuando fue encabezada por Jacek Bazansky.
La 43ª Feria Internacional del Libro se lleva a cabo en Argentina, y por lo tanto el país anfitrión tradicionalmente ocupa mucho espacio en el evento. Este año, sin embargo, Argentina se divirtió más de lo habitual. Vi por primera vez los stands en Feria de los clubes argentinos más grandes Boca Juniors y River Plate.
La administración de la ciudad Buenos Aires, que promueve proyectos ambientales, hizo un eco-stand muy interesante.
En este año participé en el stand de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Y por supuesto mis libros se han vendido en los stands de los editoriales que los produjo. Una observación interesante: «Prolegómenos al libro Carne» (2016) lo compran más las mujeres y «Brotes pisoteados» (segunda edición de año 2015) – los hombres, a pesar de lo que parece, la situación debería ser todo lo contrario. Muchas mujeres y niñas adolecentes se mostraron interesadas de mi investigación de 8 años para el libro “Carne”. Dos veces perdí la voz por haber contado muchas veces las “historias de las mujeres de industria para los adultos” pero a pesar de este contratiempo, el tener un auditorio tan joven e interesado me inspiro mucho.
y un poco más fotos