A la luz de los recientes acontecimientos, escandalosos y polémicos, como fueron los debates sobre la legalización del aborto en Argentina, la lucha por los derechos de distintos minorías, y las batallas contra el machismo y sexismo en el Mundial, nos olvidamos sobre el concepto de vida y su verdadero valor. A veces en el fragor de la lucha abandonamos el verdadero objetivo, que se esconde en la niebla de los eslóganes políticamente correctos y humanos.
Me parece que para mostrar esto hay un ejemplo muy claro como fue el caso de Alfie Evans. Donde bajo hermosas palabras escondió el asesinato a sangre fría.
La verdad, no puedo contar sin que mi voz tiemble por este caso horrible, que muestra el nivel de MONSTRUOCIDAD del Estado Británico, uno de los leviatán más antiguos de nuestros días, que adora su sistema judicial y elige el asesinato de un niño en lugar de ser verdaderamente humano y flexible.
Un corto relato de este caso:
Hace más de un año, los médicos británicos diagnosticaron a Alfie (un nene de 23 meses) el «trastorno neurodegenerativo no diagnosticado«, pero el diagnóstico exacto NO se realizó. El niño dependía de un aparato de respiración artificial, pero los médicos no quisieron mantener el soporte vital del niño por más tiempo bajo la consigna que mantenerlo con vida de esta forma era algo «desagradable e inhumano» y no en el mejor interés de Evans, abrir un procedimiento legal.
Los padres del nene, Kate James y Thomas Evans, querían luchar por la posibilidad que su hijo viva. Batallaron contra el juez y los médicos británicos, llamaron la atención de la sociedad civil de todo mundo, crearon iniciativas como «Alfie´s army«, organizaron una petición de 100.000 personas que ha sido elevada a la reina Isabel para que intervenga y realizaron marchas para defender el derecho a la vida de Alfie en Inglaterra, Polonia e Irlanda. Consiguieron llegar al Vaticano y entrevistarse con el Papa Francisco. A su pedido, Italia ofreció a Alfie la nacionalidad en 24 horas y su representante legal italiano se hizo presente en las audiencias. Un avión militar italiano se encontraba en “stand by”, esperando la decisión de los jueces para mudarlo inmediatamente a Roma. Los padres apelaron la decisión de tribunal británico a terminar la vida de Alfie y pidieron trasladar a su hijo a Italia, donde podría ser tratado en el hospital vaticano Bambino Gesú, que se ofreció a recibirlo.
Sin embargo, el alto tribunal británico rechazó la apelación! ¡Sin tener un diagnostico justo negaron cualquier posibilidad de vivir a este niño y la ayuda GRATIS recibida de otros países! El juez dictaminó que Alfie es británico y son ellos, los médicos y los servicios sociales, quienes deben adoptar la decisión que sea mejor para su vida. Eligieron dejarlo morir.
Y esto pasó después de que:
1. No fueron cumplidas las garantías de los médicos británicos de que el niño moriría en dos minutos después de apagar el equipo, y el niño vivió siete días sin apoyo médico y el aparato de respiración artificial, esperando la posibilidad de viajar al otro país para salvar su vida.
2. La existencia de un antecedente de otro niño de Inglaterra, Ashya King. Un chico de 8 años con un tumor cerebral, al que los médicos británicos se negaban a dejar trasladar a la República Checa para una terapia de protón. La familia se fugó a España, fueron detenidos, llevados a la cárcel, y finalmente autorizados a viajar a la República Checa. Ashya se recuperó completamente. No tiene rastros de cáncer y fue tratado por un médico oncólogo argentino en España y por los checos, cuyo tratamiento eliminó su enfermedad. ¿Por qué Inglaterra no quiso darle la oportunidad de vida a Ashya? Por suerte él tuvo suerte de “escaparse” y está vivo, pero Alfie no la tuvo.
En fin… Alfie murió por orden del Estado y bajo consignas políticamente correctas sobre el “humanismo”. ¿Por qué Inglaterra hizo esto? ¿Por qué el pueblo permite hacerlo? ¿Por qué solamente los católicos de Italia quisieron salvar la vida de este nene eludiendo todas las reglas y leyes? ¿Por qué el cumplimiento de la ley se valora más que una vida? Es un ejemplo muy claro cuando “la letra muerta destruye la vida real”, el imperio de la letra sobre el espíritu y de la forma sobre el contenido. Cuando la dominación de la ley que anteriormente sirvió para proteger a las personas, ahora degenera en su opuesto y actúa como un opresor de la vida real que no encaja en su “lecho de Procusto”.
Ahora Inglaterra encabeza este desfile progresista sobre los derechos de las minorías, tolerancia, en contra de la violencia y con otros valores progresivos como “ser correcto políticamente”. Obvio, que los problemas de violencia, los derechos de mujeres y etc. son muy importantes. Pero en el fondo de todo esto en su territorio pasan con frecuencia los casos más terribles de asesinatos y abusos de nenes con presencia de la ley, la mayoría de los casos no tuvieron tanta atención de los medios. Y quiero preguntar ¿en este caso del niño Alfie o cuando una madre se convirtió en proxeneta de su propia hija quien es culpable? ¿Machismo? No, nada que ver. ¿O el juez del caso de Alfie es un patriarcal? No, es un progresista. Entonces porque en un país tan progresista y preocupado por los valores humanísticos asesinan y violan niños bajo la ley? ¿Cómo se conectan esta lógica moderna de tolerantica en un país muy progresista donde domina la ley con los asesinatos a sangre fría de estos niños?
Me parece que en últimos tiempos, los valores modernos como tolerancia o “ser políticamente correcto” tapan valores universales como los principios éticos y el valor real de la vida. No se debe olvidar que somos humanos, tenemos libre voluntad y podemos elegir convertirnos en un criminal o no. Obvio, que la situación económica de las personas, los estereotipos de patriarcado y el machismo son factores que pueden influir en una situación, pero la elección está siempre presente y depende de cada persona.
Miramos en este enfoque el caso de Alfie Evans. Donde el Estado Británico escondiéndose detrás de términos de humanismo (“esto será lo mejor para el niño”) y de la importancia de su sistema jurídico, lo mata a sangre fría ante los ojos de la comunidad mundial. Obvio, que el gobierno podría excusarse por los “gastos” excesivos de su tratamiento, a pesar que no tuvieron un diagnostico justo de su enfermedad. Pero además, esto no vale, porque Italia ofreció su ayuda gratis a transportarlo y prestarle servicio médico por su cuenta. Podemos pensar que Inglaterra no quería “perder su imagen de estado poderoso” y necesitaba una autorización oficial para permitir de salida de Alfie, pero o esto tampoco sirve, porque Italia dio nacionalidad al nene y oficialmente pidió permiso para transportarlo a Roma.
Jasson Coopel, el abogado de la madre de Alfie, dijo que
como ciudadano europeo tiene el derecho de ser trasladado a Italia
Entonces ¿porque matarlo? ¿Solamente porque puede mostrar a todos que puede hacerlo?, y ¿es una excusa suficiente para asesinar a un niño inocente? Me parece que el Estado de Inglaterra ve el niño como su propiedad y por eso tranquilamente lo envía a matar, no le permite salir. Pero las personas no son propiedad del Estado. En todos mis libros sobre juventud, sobre mujeres, lucho para que las personas no sean tratadas como propiedad, difundo la idea que cada persona tiene derecho para sí mismo y ni el Estado, la sociedad, las agrupaciones, o las personas tienen derecho expropiar al individuo. Pero si un Estado tiene otro punto de vista, no le importa la opinión del niño, de sus padres o de otros países, porque “este niño como sus padres son propiedad de Poderosa Inglaterra y nadie puede disponer de ellos”. Igual lógica existía en el régimen de nazi cuando no permitió a los untermensch salir del país, porque “ellos son propiedad de segunda clase del Estado alemán” o en tiempo soviético con “Cortina de hierro” cuando las personas no podrían salir del país. ¿Y qué diferencia con el caso de Alfie? ¿Que en lugar de los burócratas soviéticos o la policía alemana, en Inglaterra la decisión la toma un juez? Pero el resultado es uno: pequeños cadáveres de niños retorcidos…
En cualquier caso de la vida de un niño yo no veo ninguna excusa para justificar el asesinato. Si necesita eludir la ley para salvarla vida – debe hacer esto! Porque el Estado debe servirnos a nosotros y no al revés! Y no importa la reputación políticamente correcta que tiene. Nosotros no debemos servir y pagar por nuestras vidas a favor de una organización súper humana, a un Estado progresista, a un régimen tan bueno, o a un Becerro de Oro.
El juez de caso de Elfie es Anthony Hayden quien también tiene una reputación muy correcta políticamente: es famoso por su preocupación sobre derechos de los palestinos y del colectivo LGBT (es autor del libro “Los niños en las familias homosexuales”). Pero tengo una pregunta: ¿porque él no valora la vida de un niño? ¿Qué diferencia hay entre los derechos de un niño y de los grupos antes mencionados?
No es el primer caso, cuando los poderes británicos ignoran y encubren casos terribles por una retórica de moda, correcta políticamente. Estoy recordando el caso sobre los abusos contra unos 1400 niños blancos por hombres paquistaníes en un pueblo de Rotherham (donde viven unas 250.000 personas), en el norte de Inglaterra, entre 1997 y 2013. Los autoridades sabían sobre esto pero no hicieron nada por razón de «no ser racistas«, porque violadores no eran blancos… y pertenecían a una minoría de musulmanes… Por eso la policía y otras personas de poder que debían cuidar a su pueblo permitieron continuar a los musulmanes violar a esas chicas.
El informe de Alexis Jay señala que algunas niñas solo tenían 11 años y que un tercio de ellas habían tenido algún tipo de contacto con los servicios sociales debido a sus problemas.
Es difícil describir la espantosa naturaleza de los abusos sufridos por las criaturas. Fueron violadas por múltiples criminales, llevadas a otras ciudades del norte de Inglaterra, secuestradas, apaliadas e intimidadas”. Algunas “fueron rociadas con gasolina y amenazadas con ser quemadas vivas, amenazadas con pistolas, obligadas a presenciar violaciones brutales y amenazadas con ser la siguiente si decían algo”!
Las autoridades locales y los guardianes del orden, sabiendo lo que estaba sucediendo no iniciaron casos criminales: «admitieron que les daba vergüenza hablar de la etnia de los delincuentes, porque no querían parecer intolerantes«. Otros recordaron que sus jefes les dieron instrucciones claras de no hacerlo «para no dar paso al racismo«. Según la policía:
esto amenazaba la paz pública y podía atraer la atención de los grupos políticos extremistas
Este es un comentario de un paquistaní de una de estas bandas:
Todas las mujeres blancas son buenas para culiarlas y usarlas como basura. ¡Eso es todo lo que se merecen!
Notamos, que esta “reacción” de la policía y la sociedad a una situación atroz fue causada por la destrucción de las instituciones tradicionales e históricas europeas como el ejército, la policía, la iglesia, las estructuras de la sociedad civil, las estructuras de la oposición política y libertad de expresión y pensamiento que mantuvieron un equilibrio en la sociedad e interfirieron al monopolio de la ley. Estos procesos de unificación y limitación de movimientos e iniciativas sociales provocan problemas que observamos en el caso de Alfie o el caso de Rotherham.
Resulta muy alarmante ver procesos similares en América Latina a los que nos podemos enfrentar en el futuro, como cuando eliminamos instituciones que nos parecen antiguas, inútiles o que “obstaculizan” podemos encontrarnos con la dictadura de la ley. Todo lo que pasó con Alfie es la dictadura de la ley. ¿Qué pasó en Alemania bajo de régimen de Hitler? La dictadura de la ley. Todos los periodistas, opositores y personas de nacionalidad incorrecta fueron robados y asesinados bajo la ley oficial dispuesta por un tribunal con papeles, no fue una anarquía. Todo lo que sucedió, pasó bajo de la ley. Si, es una ley horrible, pero es la ley. Alfie fue asesinado también por la ley oficial. En el siglo pasado, Europa nos mostraba que es lo que iba a suceder bajo la dominación monopólica de ley. Y en el tiempo actual nuevamente Inglaterra nos muestra la posibilidad de voltear la ley. Para poder hacer esto, ella “castró” antes a su policía prohibiendo el uso de armas contra delincuentes, lo mismo a su ejército y otras estructuras. Esto llevó a un resultado muy previsible – en lugar de proteger a la población, piensa sobre su reputación, respecto a no perder fondos debido al «uso de la fuerza excesiva» contra el delincuente, generando dudas si “es un delincuente o no” porque al tratarse de una minoría, posiblemente vaya a tener un montón de problemas por su “intolerancia”. Pero en realidad, un crimen es un crimen y no existe excusas por temas de minoría o racismo. Así la policía no debería tener límites por ser políticamente correctos para servir a su pueblo.
Estos casos terribles nos muestran que hay una tendencia con precedentes actuales que las personas pueden hacer cualquier acto delictivo (violar, matar) y ser justificados utilizando una retórica políticamente correcta. No creo que sea algo normal. No creo que todo pueda ser justificado, tampoco solamente por ser “tolerante” o utilizar una “retorica políticamente correcta”. Creo que nosotros debemos sacarnos los “lentes color de rosa”, que tapan nuestra vista con términos de moda (tolerancia, humanismo, minoría, políticamente correcto) y observar las acciones de las personas tal como son guiados por nuestros principios morales.
Porque no hay excusa que justifique las decisiones monstruosas. Hoy en día nosotros tenemos la decisión de elegir la vía “tolerante” y “políticamente correcta” de países como Inglaterra, donde la vida no vale nada si está en juego su reputación “correcta” o la vía de los países como Italia, que eludiendo las leyes (¡dio la nacionalidad en 24 horas!) trata de salvar la vida de un inocente. Pero día por día, la tendencia mundial está cada vez más afín al lado de dictadura de la ley con humo que tapan los cuerpos muertos de personas que no encajan en este mundo “correcto”.