El 4 de mayo di una charla en el centro cultural “Olimpo” (Ex-CCDTyE) sobre prevención de  trata de personas.  Cuando los vecinos y activistas del barrio 10 me pidieron una charla sobre este acepté con mucho gusto, porque para mí no hay gran diferencia si estoy hablando en un lugar oficial y de prestigio como el Congreso o en un lugar humilde y de “pequeña escala”, porque mi objetivo es la difusión de información verdadera y unir nuestra sociedad para luchar contra este delito inhumano. Valoro por encima de todo la solidaridad en lugar de las pseudo-contradicciones como clase, género, raza, política y otros que pretenden ser globales y universales. No se debe simplificar el problema de la esclavitud moderna y reducirla a los sellos impuestos como los de género. Incitar al odio artificial entre hombres y mujeres, entre morenos y de piel blanca, entre sociedad y policía, entre trabajadores y empresarios no resuelve el problema de la trata de personas, el terrorismo, la pobreza o la esclavitud sexual y laboral. El desplazamiento de las «guerras de género» desde su nivel sub-cultural en Internet a un nivel político serio, donde se decide el destino de las personas y se desarrolla la metodología para enfrentar el crimen, es muy  peligroso principalmente para las personas comunes (que sufrirán calumnias y pagarán por eso con su reputación y la de sus familias) e inaceptable, porque reduce y restringe la libertad, incluyendo la libertad de expresión. Por eso siempre trato de aclarar lo complejo del problema y su varios niveles: social, político, cultural, económico, psicológico y etc.

En la charla participaron varias personas, la sala estuvo llena y con muy buena onda.

Hablé sobre la situación actual de la problemática del delito de Trata de Personas en nuestro país, los estereotipos que están llenando las cabezas de la juventud a través de la prensa argentina y europea y sobre las verdaderas medidas de prevención y de lucha contra este delito. Aclaré la diferencia entre términos «prostituta» y «víctima de trata», porque no siempre son similares. Mostré con ejemplos muy claros como los beneficiarios de este delito ganan con estas divisiones y mantienen su “status quo” a través de provocación y la separación dentro de la sociedad por diversos criterios (genero, visión política, generación, etc.). Asimismo mostré como la sociedad no debe pensar que toda la policía es corrupta y tener miedo de ella, sino que debe participar en su educación y enseñanza. La policía, a su vez, debe educar a la sociedad y dialogar con ella. Tiene que haber un respeto mutuo.

¿Cuál fue el resultado de esta charla?

Me parece que mi mensaje llego al blanco. El público se mostró a gusto durante nuestro dialogo. Por ejemplo, la opinión de Eli, que participóen la charla:

…una charla, sobre como deberíamos preparar a las mujeres para que no caigan en la trampa de las redes de trata que están al acecho sin distinguir raza, color, edad ni clase social…

Creo que ese día, la desunión, la corrupción y el odio artificial y antinatural implantados para aumentar el manejo de las masas, los estereotipos, la rigidez, la inercia, las ideologías universalistas* antinacionalistas y anti-latinoamericanas, fueron derrotados. Si, en un lugar muy humilde y pequeño, pero el río comienza con un arroyo, lo pequeño será grande mañana. Vamos a seguir con nuestra lucha.

 

Ideologías universalistas* – son ideologías que afirman ser globales y aplicables en cualquier país, independientemente de sus diferencias, destruyen las fronteras nacionales y culturales. Estas ideologías sirven a diferentes tipos de globalización económica y política.